Niccoló Paganini
Comenzó a tocar cuando tenia 5 años, su madre decía haber tenido un sueño donde el Diablo le decía que su hijo Niccoló seria un músico talentoso, a partir de hay sus padres lo obligaron a aprender a tocar. Paganini tuvo su primer concierto a los 6 años y a los 9 años su primera gira, a los 16 ya era conocido en todo el mundo.
Paganini tenia la habilidad de tocar unas notas que un músico común no podría alcanzar, tenia la capacidad de tocar varias notas que harían sonar bien su violín con una sola cuerda.
se piensa que Paganini sufría el síndrome de Marfan, que es una enfermedad que afecta los tejidos, que causa flexibilidad y extremidades largas, lo que lo permitía hacer notas a muy larga distancia una de la otra.
hay teorias que decían que cuando Paganini tocaba en el escenario, una sombra negra estaba detrás de el, y decían que el hizo un pacto con el diablo para tener esa perfección musical.
Otra versión, contada por algunos conocidos del músico, por el contrario, aseguraba que el mismo Paganini, ya joven, se había postrado delante del maligno para repetirle el juramento: “Le dijo que su alma era suya a cambio de tocar como un ángel. Se encendió una luz que nos cegó. Paganini se puso de pie y siguió su camino”.
También había cosas que no podían ser explicadas por la medicina. Un médico de Viena que lo atendió aseguraba que Paganini “movía todas las articulaciones lateralmente y podía doblar hacia atrás el pulgar hasta tocarse el meñique, pues movía sus manos con tanta flexibilidad como si no tuviese músculos ni huesos”.
las habilidades de Paganini eran tantas que cuando tocaba en algún concierto el no se presentaba con un tema ya ensayado, sino que improvisaba y tocaba lo que de momento se venia a su mente.
La salud de Paganini se fue deteriorando a causa de una tuberculosis diagnosticada en 1819. Después de dejar de dar conciertos en 1834, de sufrir dos fuertes episodios de hemoptisis y de intentar combatir las secuelas de una sífilis que también padecía, falleció en Niza el 27 de mayo de 1840. Tenía 58 años. En su lecho de muerte se negó a recibir los auxilios de un sacerdote, por lo que el obispo de Niza le negó sepultura religiosa a sus restos mortales. Su cadáver fue embalsamado y sólo pudo recibir sepultura muchas décadas más tarde, en 1876, en el cementerio de Parma, lugar donde reposan hasta el día de hoy. La leyenda de artista maldito, genial y diabólico de Niccolo Paganini, por descontado, lo perseguiría incluso después de muerto.